Ahora más que nunca, las organizaciones se centran en la sostenibilidad, incluida la huella de carbono de su informática empresarial.
Y con razón: la informática ya representan aproximadamente el 3% de las emisiones mundiales de CO2, y se prevé que podrían representar el 16% de las emisiones totales en 2040.
Además, con la creciente presión sobre las organizaciones para que mejoren sus resultados medioambientales, sociales y de gobernanza y cumplan la legislación que regula los residuos electrónicos, desarrollar una estrategia informática sostenible ya no es un “extra interesante”.
Otras tendencias, como la creciente importancia que los consumidores dan a la sostenibilidad de los productos que compran y el efecto que esto tiene en el valor de las marcas, se suman a las razones para abordar la cuestión de la informática sostenible.
Quizás lo más sorprendente, sin embargo, es que la transición hacia una informática sostenible no es sólo una inversión a largo plazo, sino un paso estratégico que puede suponer un ahorro importante e inmediato.
Nuestro libro blanco, Los retos y oportunidades de la informática sostenible, profundiza en las razones por las que organizaciones de distintos sectores se plantean la cuestión de la sostenibilidad de su infraestructura informática.
Como introducción al tema, nuestro libro blanco ofrece información sobre las prácticas que las empresas pueden utilizar para medir y reducir la huella de carbono de su hardware, proporcionando un recurso práctico que las organizaciones pueden utilizar para evaluar su propio posicionamiento y diseñar una estrategia adecuada.
Tanto si se encuentra en el punto de partida de una estrategia de sostenibilidad para su infraestructura informática como si su organización ya está trabajando en el tema, le animamos a descubrir por qué ha llegado el momento de la informática ecológica y qué hacer al respecto.